viernes, 12 de junio de 2015

Don Máximo, la culpa la tiene el ciclo de Krebs

A la espera de que en nuestro país se descanse de elecciones -al menos por unos meses- todos los caminos llevan al malestar de la ciudadanía por la implicación (menor o mayor) de nuestros políticos en casos poco saludables. Los incidentes, menos ejemplares, que salpican a nuestros representantes no es algo baladí; menos aún, cuando uno comprueba que la mala gestión (por llamarlo algo) se encuentra en cualquier lado de espectro nacional, o en cualquier profesión.

Digo esto porque hemos tenido noticia de que una sentencia del Tribunal Supremo aparta al hasta ahora presidente, o todavía ¿no sabemos?, del Consejo General de Enfermería, el Dr Máximo Jurado. Dice dicha sentencia afirma, entre otras cosas, que: "Pretendían consumar, con celeridad, una ilegalidad ya declarada por sentencia firme". Vamos, que si a esto no se le llama "prevaricación moral", deberíamos redefinir los elementos jurídicos de nuestra jurisprudencia. Por cierto, ni moral ni ética. Y por supuesto, información a los colegiados, nula, nada. Lo que viene siendo transparencia. ¡Perdón, eso para los políticos! Desgraciadamente, con estos acontecimientos, la Enfermería se hace más visible; pero no como algunos quisiéramos. Así no.

Este tema espinoso para los colegiados, lleva algunos días dando que hablar, con especial mención para las redes sociales. El alineamiento de algunos Colegios Oficiales de Enfermería, proclives al "jefe", se esmeran en tratar de sacudirse esa sentencia con buenas palabras. Otros miran al horizonte...lejano. Para cuando dejar de ser sumisos al poder establecido (en este caso desde hace muchos años) ¿Nadie aprendió a mantener su ideales? La complacencia en las instituciones se me antoja nauseosa. Creo, sencilla y llanamente que es necesario un cambio, pero YA!.

No voy a esbozar los comentarios de compañeros, con mejor o menor acierto, pero debo reconocer que algunos no estamos en sintonia con este, nuestro, Presidente.

Cuando analizo estos hechos me asalta el interrogante de si no hemos sido los propios colegiados los que hemos alentado, con nuestra propio estancamiento, que surjan estos elementos contaminantes en nuestras instituciones. Ese inmovilismo nos puede pasar factura. Espero que no sea así.
Ocurre que cuando los elementos nos salpican con la suficiente virulencia, es cuando nos ponemos a trabajar en pos de un resultado distinto. Creo que algunas compañeros deberán hacer una reflexión al punto de cambiar este asunto. Invito a unir esfuerzos por pasar página y caminar por una senda verdadera de CAMBIO. Dicho queda.

En otro orden de cosas, recuerdo que cuando estudiaba fisiología o bioquímica general en la Facultad, nos volvíamos locos con una fórmula que se llama Ciclo de Krebs. Esta reacción química forma parte de la respiración celular en todas las células aeróbicas. El fundamento de este ciclo es que es el responsable de la degradación de carbohidratos, grasas y proteinas. En definitiva es fundamental, y primordial para la respiración celular.
Las enfermer@s deberiamos, en este punto, ser como este ciclo de Krebs, las llamadas a volver a dar la respiración necesaria a nuestra institución colegiada. Deberíamos de sintetizar. con argumentos, los espacios que nos lleven a formar parte un lugar sin tramas ni cortapisas. Con transparencia y legalidad manifiesta. No sería, creo, mala idea.

De esta forma podremos decirle a Don Máximo que: "La culpa es del ciclo de Krebs"

Saludos bioéticos,










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