sábado, 27 de abril de 2013

Planificación anticipada de las decisiones al final de la vida

Hoy, justamente, hace tres semanas que se clausuraron las II Jornada de la Asociación Andaluza de Bioética, celebradas en el Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz. A este evento acudieron prestigiosas voces de la bioética andaluza, y entre ellas, la de Pabilo Simón Lorda; que nos deleitó con una ponencia sobre la Planificación anticipada de las decisiones al final de la vida.

Salón de actos del Hospital Universitario Puerta del Mar. Cádiz


Sobre la base de tres elementos, con el apoyo de ellos, Pablo conduce sus argumentos para llevarnos a entender que es eso de la planificación del final de una vida, de las decisiones que deberíamos tomar. La emoción, la evidencia (científica) y la herramienta última.

El concepto de inmortalidad va unido, añadido a la idea de muerte. Los avances tecnológicos hacen posible que se alargue ostensiblemente la edad del hombre, pero ese poder tecnológico desencadena amplios debates, reflexiones intelectuales y preocupaciones de carácter filosófico sobre el último día. Los mitos de Némesis y Prometeo surgen antes la tecnología científica. Por un lado Prometeo que roba el fuego eterno  para devolverlo al hombre, una forma de darles sabiduría divina, interpretado como las amplias posibilidades que tiene la ciencia y tecnología. Ante esto, surge Némesis, la diosa que castiga y penaliza la temeridad, la diosa de la justicia retributiva, la fortuna y la solidaridad. En este símil mitológico se centra el punto de partida, por el cual debemos de dejar a un lado toda la vigencia de la ciencia y la tecnología y, centrarnos en el mundo de las emociones. Son estas, y no otros valores, los que nos deben animar a encontrar la senda  válida. Hundir nuestras reflexiones en los cuatro fines de la medicina. Ante todo, es más necesaria que nunca, cultivar la red de familiares y amigos; aceptar con sosiego, esperanza y paz los designios del final de la vida. 

La evidencia científica se ha encargado de poner -negro sobre blanco- las recomendaciones al uso de las prácticas relacionadas con el paciente y sus decisiones al final de la vida. Desde el trato hospitalario al interés por morir en el domicilio. Circulan una gran cantidad de guías, pósteres, panfletos, etc, para externalizar los intereses de profesionales y con el fin de apoyar al paciente. Cuantas sesiones clínicas, activas o interactivas, multi o pluridisciplinar; pero... cuantas veces consensuando con el paciente el apoyo a sus voluntades anticipadas. Nos cubrimos de cierto misticismo, el que nos da la ciencia. ("Profundo silencio en la sala"). Quizás aún nos queda la mejor de las herramientas para tratar al paciente, y posiblemente  la que menos usamos, la palabra. Hablar seria el verbo que deberíamos conjugar para planificar el final de la vida.

Si lo que se propone es un proceso de diálogo, de interrelación entre profesional y paciente, debemos ser conscientes de que queda mucho por trabajar. Debemos cubrir la atención al final de la vida con lo inmaterial de la emoción y la palabra, y lo material de una guía para tal fin. Si existe un registro para las Voluntades Anticipadas, ¿porque no planificar de forma anticipada el final de la vida con otras herramientas?. Para el usuario del sistema sanitario sería un avance en sus decisiones y ante el problema del tiempo en la planificación. ¿Estamos ante un cambio de modelo?. Entre las estrategias de implantación de herramientas que ayuden al paciente, desde la Junta de Andalucía se presentará -en breve- una guía sobre Planificación anticipada de las decisiones al final de la vida

Lo cierto es que seguimos en la brecha, intentando dar contenido a este tema. Reflexionando en el día a día. Por eso seguimos formando en bioética a nuestros compañer@s, utilizando los medios en nuestro poder para avanzar. 

Seguir con la obligación ética de acudir a la llamada del paciente; conocer sus sentimientos, adoptar medidas con una actitud compasiva, dialogante o empática. 
Beber de la ciencia pero también de lo que la vida nos enseña.



Saludos éticos para un mundo mejor.







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