Después de un domingo sin ningún altibajo, sin pena ni gloria, decidí acogerme a una de mis aficiones: el cine. Escudriñé entre mi videoteca, y más que una película al uso, quería un actor de categoría. No había otra, era Al Pacino el escogido y su película "No conoces a Jack" la seleccionada.
La película esta
escrita por Adam Mazer, basado en el libro “Between the dying and the dead: Dr.
Jack Kevorkian, the assisted suicide machine and the battle to legalize
euthanasia” de Neal Nicol (amigo de Jack Kevorkian).
La historia relata como
Kervorkian comenzó a obtener “fama mundial” a partir de la creación de su máquina
de la muerte y su ayuda a un enfermo terminal para que pueda suicidarse.
Susan Sarandon interpreta a la activista Janet Good, que influyó positivamente
en el doctor para la defensa de este derecho y su legitimación.
Se convertirá
por derecho propio en un clásico de la militancia de la libertad de elección y
conciencia en bioética. Salvador para unos y asesino para otros. Activista y defensor del suicidio asistido médico.
El espectador es
quien aporta la subjetividad, aporta su opinión, sus emociones y sus sentimientos.
Para Jack Kevorkian (llamado Doctor muerte) lo que hacia era un acto de compasión, no quería jugar a ser Dios y criticó ferozmente la persecución puritana a la que estaba acosado.
Comenta en la película que "el médico tiene como obligación hacer todo lo que pueda para que su muerte sea humana, rápida e indolora".
Nuevamente toca pensar y repensar sobre temas dados al debate, a veces con vehemencia, a veces con tranquilidad. Muerte digna, eutanasia, suicidio asistido, términos que -aunque miremos para otra parte- siguen estando ahí. Siguen existiendo, queramos o no.
Esta película es más que recomendable.
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