Compruebo en este mundo de las redes sociales, que ha tenido un gran eco y repercusión la aparición en los medios de comunicación de noticias sobre la apertura de un proceso de regulación y aprobación de medicamentos homeopáticos. A los profesionales sanitarios, en general, les preocupa este hecho, desde luego, con razón. Las declaraciones de la directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) asegurando que “no todos los medicamentos homeopáticos tienen que demostrar su eficacia” y que “la seguridad no se tiene que demostrar con ensayos clínicos específicos” no hacen sino aumentar la preocupación generalizada del sector sanitario.
De nuevo nos asalta la idea de que en salud, lo que no quede dentro de la denominada "evidencia científica", no es viable, no tiene ninguna salida y no es de recibo pretender que se equipare a la realidad.
Les contaré un suceso que me ocurrió hace exactamente tres días en mi lugar de trabajo, real como la vida misma. Nos ingresó una joven, que víctima de un accidente de tráfico, pierde parte de la pierna. Como enfermero de la unidad le realizo los cuidados a este paciente, los cuidados de un amputado, físicos y psicológicos. En una de las ocasiones que tuve que actuar, veo como uno de los familiares, con sus dos manos abiertas y con las palmas de estas, tocaban el muñon. Mi pregunta fue rápida, no entendía lo que estaba haciendo. El familiar me contestó: "Es reiki, sabes lo que es?", se apresuró a preguntarme.
Vamos, que nos podemos encontrar con manos que curan y productos con ajo en bolitas o yerbas machacadas para cualquier tipo de dolencia, y en un hospital, ojo!
Estoy de acuerdo en el deber que tenemos de evitar estas intrusiones en nuestro quehacer diario. Desde luego #NoSinEvidencia.
Pero otra duda me asalta, que vamos a hacer con nuestro compañero (en mi caso, médico), que sigue empecinado en poner solución yodada en las heridas, por clorhexidina como dice la evidencia. O mejor, que vamos a hacer, con el familiar que tiene multitud de iconos religiosos en el cabecero de la cama. Estos casos son diarios. ¿Que vamos a hacer? Habrá mucho de fe, en estos casos, o sea nada de nada científico.
Seguimos casi, casi, igual.
Desde luego que se dan casos de compañeros médicos y enfermeros tb que se quedan atras en la evidencia y desconfían en las nuevas. Al igual que nos encontramos en nuestros puestos de trabajo con aquello en lo que las personas tienen fe. No es mala la fe, y se ha de cuidar, cudar las creencias de las personas y respetarlas.
ResponderEliminarMuy diferente veo en cambio mezclar cosas diferentes y que comportan el riesgo de distorsionar el sistema sanitario, haciendo válido algo que como efecto placebo en muchos casos va ser bueno, pero en otros casos peligroso.
Te propongo momento ficticio:
Dolor de estómago:
Opción de ir a l médico, de cabecera, pero es que hay cola, tengo que perder tiempo de mi trabajo y además el médico ese nunca me manda nada, que rollo.Paso de ir ya se me quitará.
El dolor no se quita, pero sigo sin tenerel tiempo de ir, además en urgencias del Hospital están colapsadas y metendré que estás 4 horas, buahhh.
Espera, "Menganito", se tomó nosequé, que le vendieron en la farmacia, que decía que no necesitaba receta y para el dolor era estupendo.
Tiempo después:
Tras comprar 4 cajas, el dolor mejora un poquito, pero realmente poco (efecto placebo suponemos).
Al vomitar sangre, Decido ir al Hospital....
Es un ejemplo de escenario que no deja de pasar por mi cabeza, escenario que pretenden consentir??
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