El Pleno de la Asamblea de Madrid ha aprobado por unanimidad la tramitación de la proposición de “Ley de derechos y garantías de las personas en el proceso final de la vida”, que pretende aliviar o evitar el sufrimiento y respetar la autonomía de los pacientes en los momentos previos a su muerte.
La proposición de Ley plantea tres objetivos:
1. Explicitar y proteger mejor el derecho de los pacientes a una buena atención sanitaria en el proceso final de la vida, para aliviar en lo posible su sufrimiento físico y psíquico, y el de su familia.
2. Regular los deberes de los profesionales sanitarios que atienden a estos pacientes, para ofrecerles guía y seguridad jurídica en su labor profesional.
3. Definir los servicios y las garantías que las instituciones sanitarias deben ofrecer en el proceso final de la vida de los pacientes y su familia.
La ley fue defendida ante la asamblea por el portavoz socialista José Manuel Freire, contempla el rechazo de tratamientos inútiles o desproporcionados, la limitación del esfuerzo terapéutico, la retirada de medidas en soporte vital en situaciones irreversibles y la sedación paliativa.
Cuando la norma entre en vigor se tendrá la posibilidad de realizar el testamento vital en cualquier hospital o centro de salud. Serán ellos los encargados de enviar nuestras últimas voluntades al registro de instrucciones previas. La consejería de sanidad tendrá que dar difusión a este derecho.
"Todos los profesionales sanitarios tienen la obligación de respetar las convicciones y creencias de los pacientes en el proceso final de su vida, debiendo abstenerse de imponer criterios de actuación basados en las suyas propias"
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