martes, 15 de julio de 2025

HACIA UNA SOCIEDAD CUIDADORA: "CIUDADES QUE CUIDAN" (II)

     



    Siguiendo la estela del anterior post, incluyo las conferencias que nos ofrecieron la Dra. Victoria Camps y el Dr. Francesc Torralba.  La primera titulada Hacia una sociedad cuidadora, y la segunda Pacificar el final de la vida.


Afortunadamente, la profesora nos dió las claves de como debe ser esta ciudad que se autodefine como cuidadora. Se trata de una ciudad donde el cuidado es un valor. Indicó que existen una serie de obligaciones en una democracia cuidadora. El diamante del cuidado es un término propuesto por la académica Shahra Razavi con el cual se busca identificar a los actores responsables de brindar cuidados. Para Razavi este diamante está compuesto por la familia, el Estado, la comunidad y el mercado y todos ellos deben articularse para asegurar la provisión de cuidados. 

Estos factores deben de cohesionar, especialmente cuando tenemos el derecho a ser cuidados; se trata de un deber tanto público como privado. Una democracia debe preocuparse por los cuidados de los más vulnerables y se hace responsables de ellos. La palabra nuclear es la de corresponsabilidad
Por otro lado, a través del filósofo Michael Sandel, citando su libro «Lo que el dinero no puede comprar», 
se plantea una de las mayores cuestiones éticas de nuestro tiempo: ¿hay algo malo en que todo esté a la venta?...incluido el cuidado.




Para terminar, el profesor Torralba nos deleitó con una conferencia donde afirmaba que no podemos ser indiferentes ante el sufrimiento, se trata de un imperativo ético. Debemos de pacificar el final de nuestras vidas, donde este proceso tiene que terminar de forma tranquila, sosegada. Se centró en los principales retos éticos y humanísticos que marcan el acompañamiento en la etapa final de la vida. El catedrático puso el foco en la importancia de cuidar las diferentes dimensiones humanas -la física, emocional, social y espiritual- en este proceso de final de vida. Ante la pregunta de qué ayuda a morir en paz, tanto para la persona que se va como para su entorno, Torralba destacó la importancia de expresar los anhelos pendientes y hacerlos realidad y de poner orden en el legado que la persona dejará tras su muerte. También incidió en la cultura de la gratitud como algo básico en el proceso final de vida y en la relevancia de potenciar procesos de reconciliación: “convivir con la culpa o el remordimiento durante la última etapa de vida es terrible”.


No hay comentarios:

Publicar un comentario