La atención a los pacientes en la práctica diaria plantea -en ocasiones- problemas a los profesionales sanitarios respecto a cuestiones de derechos y deberes; todo esto se agrava cuando lo hacemos enfocados en menores de edad y la relación con sus padres o tutores, y situaciones de conflicto en las que no siempre se manejan con claridad conceptos importantes como la confidencialidad, el consentimiento informado y la capacidad en la toma de decisiones sanitarias. Ante algunos temas especialmente sensibles, como el acceso a los datos de la historia o la inclusión de los padres en determinadas decisiones, se hace patente la necesidad de mejorar.
De esta forma resumen los autores del artículo: "Consentimiento informado y capacidad de decidir del menor maduro" (B. Ogando Díaz, C. García Pérez), poniendo énfasis en que desde el punto de vista teórico, se reconoce la titularidad de derechos de los menores y su capacidad para ejercerlos siempre que gocen de madurez suficiente.
Una de las conclusiones a las que llega su autora consiste en que se debe facilitar al menor la oportunidad de ejercer sus derechos respecto a la toma de decisiones; aunque hace hincapié en lo extraordinariamente complejo que es valorar la maduración moral de los individuos, así como su aplicación en la toma de decisiones sanitarias.
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