Este es el titulo de un artículo que he rescatado de la revista Evidentia de la Fundación Index, donde nuestra compañera Susana Padín López realiza una revisión crítica de un artículo titulado: Exploración del fenómeno de la planificación anticipada de decisiones al final de la vida. (Abad-Corpa E, García-Palomares A, Martínez Rodríguez S, Sánchez Pérez R, Molina Ruiz A. Exploración del fenómeno de la planificación anticipada de decisiones al final de la vida. Visión de los profesionales que cuidan a personas mayores. Enferm Clín. 2006; 16(3): 127-36)
Se trata de un estudio cuyo objetivo es explorar la visión de los profesionales sociosanitarios que cuidan a personas mayores, sobre el fenómeno de la planificación anticipada de decisiones sanitarias, tema que me parece muy relevante hoy por hoy. Su metodología consistió en un estudio cualitativo mediante la realización de 4 grupos focales (un grupo de profesionales no sanitarios y 3 grupos del ámbito de atención especializada y primaria), buscando heterogeneidad grupal, homogeneidad intragrupal y saturación estructural.
Recordemos que la Ley 41/2002 en su artículo 11, punto 1, especifica que “Por el documento de instrucciones previas, una persona mayor de edad, capaz y libre, manifiesta anticipadamente su voluntad, con objeto de que ésta se cumpla en el momento en que llegue a situaciones en cuyas circunstancias no sea capaz de expresarlos personalmente, sobre los cuidados y el tratamiento de su salud o, una vez llegado el fallecimiento, sobre el destino de su cuerpo o de los órganos del mismo. El otorgante del documento puede designar, además, un representante para que, llegado el caso, sirva como interlocutor suyo con el médico o el equipo sanitario para procurar el cumplimiento de las instrucciones previas”.
Otros estudios, con respecto a los retos organizativos que deben afrontar las instituciones sanitarias, afrontan una cuestión que deja en incógnita la revisión que presenta el artículo: Revisión de la literatura sobre el uso del testamento vital por la población mayor, y es qué profesional debe liderar la puesta en marcha de la planificación anticipada.
Como dice la conclusión del trabajo de Susana Padín: Avanzar en la autonomía del paciente supone asumir las VA e intentar comprender qué valores encierran y qué actitudes se necesitan cambiar en los profesionales para poder así ponerlas en práctica.
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