sábado, 10 de diciembre de 2011

Bioética y derechos humanos.

La promoción y protección de los derechos humanos ha sido una de las mayores preocupaciones para las Naciones Unidas desde 1945, fecha en la cual los países fundadores de la Organización, acordaron impedir que los horrores de la Segunda Guerra Mundial se reproduzcan.

Tres años después, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Asamblea General exprimió que el respeto a los derechos humanos y a la dignidad de la persona humana "son los fundamentos para la libertad, justicia y paz en el mundo". En 1950 la Asamblea General invitó a todos los Estados miembros y a las organizaciones interesadas a que observaran el 10 de diciembre de cada año como Día de los Derechos Humanos.

Con el Día se conmemora el aniversario de la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos por la Asamblea General en 1948. Con el transcurso del tiempo, se han desarrollado un conjunto de instrumentos y mecanismos desarrollados para asegurar la primacía de los derechos humanos y para hacer frente a las violaciones de los derechos humanos dondequiera que ocurran.

Recordemos que Europa a través del Convenio de Oviedo, Convenio del Consejo de Europa para la protección de los derechos humanos y la dignidad del ser humano respecto de las aplicaciones de la biología y la medicina, suscrito en Oviedo el día 4 de abril de 1997, y que entró en vigor en España el 1 de enero de 2000; se relaciona la bioética con la defensa y promoción de los derechos humanos, especialmente en el ámbito de la biomedicina.

La Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea fue proclamada el 7 de diciembre de 2000 con ocasión del Consejo Europeo de Niza y la firmaron los Presidentes del Parlamento Europeo, del Consejo y de la Comisión. Recoge en un único texto, por primera vez en la historia de la Unión Europea, el conjunto de los derechos civiles, políticos, económicos y sociales de los ciudadanos europeos y de todas las personas que viven en el territorio de la Unión.

Existen valores que justifican a los derechos humanos, y por extensión a la dignidad, es la solidaridad. Solidaridad para que exista realmente derecho para con el otro, con el vulnerable con el que necesita de nuestro apoyo. Porque el ser humano será más digno cuantos más derechos les sean otorgados. Derechos humanos y dignidad de la persona van cogidos de la mano y, entiendo, caminan hacia un mismo fin: la libertad plena.

Los Derechos Humanos están más unidos que nunca con los principios de la Bioética propuestos por Beauchamps y Childress. No maleficencia-beneficencia que hacen hincapié en el respeto a la integridad física de la persona, en la práctica de los profesionales de la salud y con la justicia que debe propiciar la organización de la sociedad y el estado como justa distribución de recursos sanitarios dentro delos criterios de igualdad, de dignidad de los seres humanos, la defensa de la vida y la protección de aquellas personas que, por su condición económica, física o mental, se encuentran en debilidad manifiesta.

Por último, recordar la Declaración universal sobre Bioética y Derechos Humanos de 19 de octubre de 2005, de la Conferencia General de la UNESCO, donde se recoge en su articulado:

Artículo 3 – Dignidad humana y derechos humanos

1. Se habrán de respetar plenamente la dignidad humana, los derechos humanos y las libertades fundamentales.

2. Los intereses y el bienestar de la persona deberían tener prioridad con respecto al interés exclusivo de la ciencia o la sociedad.

De todas formas, queda mucho camino por recorrer; pero...

«Puesto que yo soy imperfecto y necesito

la tolerancia y la bondad de los

demás, también he de tolerar los defectos

del mundo hasta que pueda encontrar

el secreto que me permita ponerles

remedio»

MAHATMA GANDHI

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