Desde que en Andalucía, Aragón y Navarra se promulgaran sendas leyes sobre la denominada "muerte digna", se intento -por parte del anterior gobierno- construir una ley que diera y satisfaciera a aquellos ciudadanos que veían así colmados sus expectativas con relación a los últimos días de su vida. Ya sabemos que esta ley ha sido denostada, vituperada y condenada de antemano por sectores críticos de la sociedad española.
No obstante, ante este panorama oscuro, ya que la ley se atascó en su tramitación en el Congreso de los Diputados, me es grato saber que personalidades del mundo del Derecho como Ana María Marcos del Cano, experta en bioética y Profesora Titular de Universidad de Filosofía del Derecho de la UNED, encuentra en este tipo de legislación una lectura que va más allá de la simpleza de algunas conciencias rancias y cerradas. Incluye en su elenco varios libros relacionados con el tema y algunos artículos sobre la muerte. Os dejo con una de las frases que plasmó en una entrevista al Diario de Zamora donde dice que: «La sedación es paliar el dolor, la angustia de la muerte; no es eutanasia"
Unido a esto, pudimos encontrar hace unos días otro editorial, en este caso de otra personalidad del mundo de la sanidad, experto en bioética y padre en Andalucía (como asesor) de la Ley 2/2010, de 8 de abril, de Derechos y Garantías de la Dignidad de la Persona en el Proceso de la Muerte, como es Pablo Simón Lorda. Este tema tan controvertido será, presumiblemente, dejado en el ostracismo y en un cajón para que se llene de polvo "político" hasta que alguien lo recupere. No tiene desperdicio leer y pensar en el artículo que publica en el Diario ELPAIS, titulado: Regular el bien morir, tarea pendiente. Dejo que los lectores y lectoras reflexionen sobre este tema, leyendo ambos artículos, y que cada cual saque sus propias conclusiones. Eso sí, mi intención es seguir apostando por dar a conocer las inquietudes y expectativas de las personalidades más relevantes de nuestro entorno sobre esta cuestión.
ESPERO QUE SEAN FELICES Y TENGAN UN AÑO 2012 PLENO DE LIBERTAD
Nota: Si por desgracia tienen algún contacto con "la parca", procuren que el final sea al menos DIGNO. Espero de corazón que esto no suceda.
Siempre he sentido especial preocupación por proporcionar un razonable bienestar a las personas implicadas en la transición de morir, pero ahora que me toca tan de cerca me resulta incomprensible que buenos profesionales bien formados y con motivación se vean empujados a malas prácticas por un entorno jurídico cohercitivo más que garantista.
ResponderEliminarUn abrazo y que 2012 traiga las reformas que este aspecto del cuidado necesita.