Con L de Enfermera, a tí que te parece!

De la mano de mis amigos virtuales, Miguel Garvi (@miguel_garvi) y Ruth López (@_Ruthlopez), he sido invitado a participar en esta iniciativa de la comunidad (enfermera). Se trata de dar a conocer y concienciar sobre la situación de vulnerabilidad a la que se enfrentan las enfermeras noveles, y las que no somos tan noveles, ante cada nuevo contrato y cada vez que las cambian de servicio, unidad o departamento.

A mi me resulta curioso que, después de cerca de 30 años de labor sanitaria, los problemas se siguen repitiendo, día tras día, venga quien venga, pase lo que pase. Tengo la sensación de dejá vu, aunque no es sensación fingida sino real. 

Os cuento mi caso, real, de como puedo llegar a solidarizarme con las enfermeras noveles. Tan solo a dos meses vista que, por fin, he podido escoger vacante en mi unidad para poder -al menos- no trabajar de "retén" los meses de verano. Sí, esto es así, desde hace varios años, el cierre de uno de los controles o unidades hacía que las enfermeras que "sobrábamos", tuviéramos que o (en el mejor de los casos) sustituir a otras de la misma especialidad, o (generalmente) sustituir en otras especialidades. No saben ustedes lo bien que se desenvuelve una enfermera de Traumatología en Urología, o en Digestivo, o en Lesionados Medulares. Como verán, tengo argumentos para entender como se siente una enfermera recién salida de la carrera y como puede reaccionar ante estas situaciones.

Otra faceta mía es la de ser tutor de alumnos de grado de Enfermería. Intento practicar el sano deporte de la discusión o el debate sobre el futuro de nuestra profesión, y especialmente de los profesionales. Tengo varias promociones plagadas de grandes ideas, amontonando cursos y jornadas, con la mirada puesta en un contrato a tiempo parcial; en definitiva, en algo que les consuele para no caer en el ostracismo y le desidia. Intentan motivarse con la formación, con esmero y paciencia, pero aún les sabe a poco.

Para cuando consiguen el ansiado contrato, esos ojos luminosos y encendidos, llaman a la puerta de la buena fe y la voluntad de sus compañeros de trabajo. Que hago, a donde voy, me equivoco, no lo entiendo, esto como se pone, a mi no me explicaron eso, y un largo etcéteras que sería interminable apuntar. Aquí entra, de forma más que necesaria, la AYUDA de los que somos no tan noveles. Ya sea por pensar que todos fuimos como ellos, ya sea para evitar errores o problemas.

Sigo recordando como me temblaba la mano en mi primera canalización de una vía periférica, y nos enfrentamos a 40 pacientes, no los 20 o 25 de ahora. ¡Cuanta satisfacción por el trabajo bien hecho!. Seguiamos pensando en como reaccionar ante una parada: inocentes, para la que yo tuve que asistir pasaron 20 años. ¡Que levante la mano el que no haya cometido algún error de medicación!. Solo a mí me sudan las manos, solo yo respiro profundamente ante un signo de alarma, o llamo al compañero si no resulevo un problema.

Por todo eso, y mucho más, soy de los que piensan que tod@s tenemos una L a nuestras espaldas. La experiencia y el conocimiento nos hace más sabios, pero no menos vulnerables. Al menos tan vulnerables como el que termina su estudio de grado o acaba la carrera. Tan vulnerables com las enfermer@s noveles que acuden a un timbre sin saber que pasará con ese paciente.

Creánme que se de lo que les hablo. Soy hijo de enfermer@ y matrona, esposo de enfermer@ y padre de futuro enfermero. Seamos solidarios, demos ayuda a quien la necesita.

Tod@s somos noveles, antes y después.

Más información sobre la iniciativa en: https://www.facebook.com/ConLdeEnfermera