A finales del pasado mes de mayo, la consejera de Salud y Bienestar Social, María Jesús Montero, anunció la puesta en marcha de una nueva figura dentro de la Ley andaluza de Muerte Digna de 2010, la denominada 'Planificación Anticipada de las Decisiones' ante el proceso de la muerte, una herramienta "que viene a complementar el registro de voluntades vitales de Andalucía" (conocida como ley del Testamento Vital).
Por planificación anticipada de decisiones se entiende como "el proceso voluntario de comunicación y deliberación entre una persona capaz y profesionales sanitarios implicados en su atención acerca de los valores, deseos y preferencias que quiere que se tengan en cuenta respecto a la atención sanitaria que recibirá el paciente, sobre todo en el momento final de su vida". La guía puede resultar útil para cualquier profesional del sistema: medicina, enfermería, psicología, fisioterapia, trabajador social; donde podrán hacer uso de los recursos que propone esta guía.
El tema, además de candente, introduce una vuelta de tuerca, da un paso más allá, hacia una "muerte digna" o morir con dignidad. Incluye -razonadamente- las respuestas a quién, como, cuando o donde; permitiendo observar los beneficios de esta planificación. La planificación anticipada de la asistencia no es un hecho novedoso, pero si un tema que a la luz de las recientes leyes, habilita para llevar al usuario del sistema sanitario y a los profesionales de la salud a un fin común: planificar los últimos días de la vida. Para algunos no dejar de ser más de lo mismo, para otros se trata de un avance antes el testamento vital y, los más optimistas, es un documento de planificación a la carta.
Sea como fuere, no podemos abstraernos en mensajes ni apocalípticos ni liberadores.
El hecho de tener una guía como esta facilitará a los profesionales los conocimientos y pautas necesarios para planificar, junto al paciente, sus decisiones; además, de hacer participe a familiares u otras personas de su confianza. La claridad con que esta redactada la guía y la escasa frecuencia de tecnicismos, facilita la tarea a quien la lea.
Esperemos que todo esto no se quede en un rincón, y sirva para mejorar la calidad asistencial a los pacientes que lo necesiten. El resto, no pondremos mano a la obra y revisaremos a conciencia esta guía. No les quepa la menor duda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario