La Asamblea francesa revisa desde el pasado 8 de febrero las leyes de bioética, después de reunir una montaña de informes y celebrar miles de consultas, que han dado la confortadora opinión de que todo está divinamente: anonimato de los donantes de esperma, la paternidad de los homosexuales o los vientres de alquiler. Tras el hallazgo de su vida, la ministra de Investigación, Valérie Pécresse, ha indicado que la nueva ley no iba a introducir ningún cambio sustancial; es “prudente y respeta la tradición francesa”. Para este viaje no necesitábamos alforjas. Esta información se la debemos al corresponsal en París, Luis Miguel Úbeda.
Este periodista tiene un espacio asignado en el Blog de RTVE. Allí podrán encontrar las noticias más importantes que llegan de la capital francesa.
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